El impacto de las medidas no consensuadas en sectores estratégicos: reflexión y propuestas

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Por Octavio de la Torre, Presidente de la Concanaco Servytur La reciente implementación de restricciones arancelarias y limitaciones en el programa IMMEX ha generado serias preocupaciones en los sectores de exportación de servicios, almacenaje, distribución, maquiladora y manufactura instalados en México. Estas medidas, tomadas sin un análisis integral ni consenso con los sectores afectados, están cerrando puertas a inversiones internacionales y eliminando miles de empleos, principalmente en la región fronteriza del norte del país. Además, mandan un mensaje preocupante a los inversionistas estadounidenses, quienes podrían reconsiderar sus operaciones en México tras décadas de contribuciones a la economía nacional.

Almacenaje y distribución de productos de marcas americanas que son producidas en otros países

Un modelo operativo clave para México, particularmente en la frontera norte, es el papel que desempeña en la cadena de distribución de marcas americanas que se producen en Asia. Estas empresas norteamericanas externan su manufactura a países asiáticos y envían productos terminados o para servicios finales a México, donde realizan procesos especializados como:

  • Almacenaje: Los centros logísticos en la frontera procesan grandes volúmenes de mercancías.
  • Servicios especializados: Lavado, planchado, etiquetado, impresión y embalaje son actividades realizadas antes de exportar el 100% de estos productos a Estados Unidos.
  • Logística especializada y distribución: México facilita la exportación eficiente hacia Estados Unidos, aprovechando su infraestructura y ubicación estratégica.

Estas operaciones son cruciales para la competitividad de México en el comercio internacional y generan empleo en regiones como Baja California, Sonora, Chihuahua y Tamaulipas. Sin embargo, las nuevas restricciones impactan negativamente:

  • Pérdida masiva de empleos: Miles de trabajadores en estos servicios enfrentan el riesgo de desempleo.
  • Deslocalización empresarial: Empresas americanas podrían trasladar sus operaciones a Estados Unidos o países como El Salvador o Guatemala, donde las regulaciones son más favorables.
  • Desconfianza en la inversión extranjera: La incertidumbre regulatoria debilita la percepción de México como un destino confiable para negocios internacionales, ya que de un día a otro se cerraron jurídicamente empresas que su principal fuente económica era el programa IMMEX, donde estas empresas mexicanas constituidas con capital extranjero no son dueñas de las mercancías, únicamente forman parte de un eslabón más de la cadena.

La maquiladora y manufactura que utiliza insumos textiles

Otro sector de exportación afectado es la maquiladora y manufactura, que depende de insumos textiles importados para producir bienes exportables a Estados Unidos bajo estrictos estándares internacionales. Estas empresas, mayoritariamente de origen estadounidense, dependen de una cadena de suministro eficiente para:

  • Integrar insumos textiles en procesos de producción especializados.
  • Cumplir con los tiempos y estándares de calidad establecidos en contratos internacionales.

Las restricciones actuales generan problemas significativos:

  • Interrupciones en la producción: La imposibilidad de importar insumos clave obstaculiza los procesos de manufactura, generando incumplimientos contractuales.
  • Riesgo de cierre: Empresas que operan bajo estrictos márgenes temporales podrían optar por abandonar México.
  • Pérdida de competitividad: Sin acceso a insumos constantes, las empresas constituidas en México, pero de capitales extranjeros, pierden ventaja frente a sus competidores internacionales.

Aunque la industria textil nacional necesita apoyos para ser competitiva, imponer compras obligatorias o dificultar las operaciones de manufactureras, maquiladoras o empresas de servicios de exportación no es la solución. En su lugar, se deben desarrollar incentivos y subsidios que impulsen la innovación y productividad del sector textil sin desestabilizar a las empresas exportadoras e identificar cómo al ser más competitivas se integran al sector de exportación con mayor fortaleza. Es importante comprender que este sector IMMEX del que escribo, genera casi 9 millones de empleos directos e indirectos en México, su vocación es exclusivamente de exportación, que tiene certificaciones y controles estrictos tanto por la Secretaría de Economía como por el SAT, es decir, son empresas que fueron creadas para realizar procesos productivos de artículos que son solamente exportados al extranjero.

El costo del aislamiento

El impacto de estas medidas es contundente:

  1. Empleos perdidos: Se estima que estas decisiones podrían provocar el despido de más de 35,000 trabajadores directos e indirectos tan solo en los sectores de servicios de exportación afectados.
  2. Cierre de empresas: Los costos adicionales y la falta de alternativas nacionales viables podrían llevar a empresas extranjeras a cerrar operaciones en México y trasladarse a otras regiones.
  3. Freno a la inversión extranjera: El nearshoring, que representa una oportunidad de 100,000 millones de dólares, podría disminuir si México no mantiene un entorno favorable; cambiar las reglas de un plumazo genera desconfianza en el sector que define si continúa o no en México.

Por ejemplo, los sectores médico, de fabricación de muebles, autopartes, entre otros, dependientes de insumos importados, ya reportan dificultades para sostener operaciones bajo las nuevas condiciones. Esto afecta también al sector de servicios logísticos, todos fundamentales para el dinamismo de la economía de exportación mexicana.

Motivos del contrabando en México

El contrabando es un problema estructural que afecta la economía mexicana y exacerba las tensiones entre sectores productivos. Entre los factores que lo originan están:

  1. Falta de vigilancia fronteriza: La limitada capacidad de las autoridades para controlar el tráfico ilegal permite que productos terminados ingresen al país sin cumplir con regulaciones y restricciones arancelarias, con una declaración de valor inferior o simplemente como contrabando bronco.
  2. Impuestos elevados y costos de cumplimiento: Altos aranceles y burocracia impulsan a ciertos actores, desafortunadamente, a recurrir al contrabando como una opción para subsistir.
  3. Corrupción: En algunos casos, la corrupción en los puntos fronterizos facilita el ingreso de mercancías ilegales bajo un esquema de contrabando documentado o bronco.
  4. Demanda de productos más baratos: Muchos consumidores optan por productos de contrabando o piratas debido a su menor costo, afectando a las industrias formales, bajo la tolerancia de las autoridades.

Combatir este fenómeno requiere medidas más allá de restricciones comerciales. Es crucial fortalecer la vigilancia en las fronteras y aplicar estrategias efectivas contra la corrupción y la economía laboral informal. En lo que va de este sexenio, el gobierno federal ha llevado actividades y operativos espectaculares en distintas entidades federativas en donde los comerciantes han señalado y reconocido el esfuerzo, una acto de autoridad que tiene más de 20 años que no se realizaba.

Un llamado al consenso

Medidas restrictivas a las empresas maquiladoras, manufactureras o de servicios de exportación de este tipo se han implementado históricamente mediante diálogo y consenso con los sectores afectados; sin embargo, en esta ocasión, no se consideraron las realidades de las industrias y servicios IMMEX, porque en la batalla de detener a los que violentan la ley, existen daños colaterales, pero en esta ocasión los daños no se midieron antes de tomar el riesgo, siendo claro que se afectaron empresas que sí brindan un beneficio y valor agregado a nuestro país. Es importante reconsiderar algunas acciones ante las cuales nos sumamos para buscar responsablemente el mayor beneficio para nuestro país, dentro de ellas:

  1. Establecer mesas de trabajo: Incluir a representantes de los sectores afectados y los gobiernos de Baja California, Sonora, Chihuahua y Tamaulipas.
  2. Diseñar programas de apoyo: Crear subsidios e incentivos para la industria nacional textil sin perjudicar a los actores de comercio exterior que aportan a la economía formal.
  3. Implementar una estrategia integral para combatir el contrabando: Fortalecer la vigilancia en las fronteras y aplicar sanciones efectivas para detener el ingreso de productos ilegales.

México ha consolidado una posición estratégica en el comercio internacional gracias a su cercanía con Estados Unidos y su capacidad para integrar procesos globales. Este liderazgo no debe comprometerse por decisiones apresuradas y poco consensuadas. Confiamos en que la presidenta Claudia Sheinbaum reconsiderará estas medidas y se mejorarán, priorizando el desarrollo de capital humano, el empleo, la tecnología, la competitividad y la estabilidad económica de las familias en la frontera, así como el desarrollo de nuestro país. El futuro de México depende de políticas que integren a todos los sectores productivos, fomenten su crecimiento y aseguren un entorno favorable para la inversión extranjera sin sacrificar empleos ni estabilidad.

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